Esta muestra, que ha contado con la
colaboración del Museo de Historia Natural Andrés de Urdaneta,
ubicado en Loiu (Vizcaya), nos muestra la selva iberoamericana a
través de una recreación con animales y árboles gigantes,
realizado por un artista fallero y a la que acompaña un excelente
montaje gráfico. Es la Selva Neotropical la que se nos muestra, con
su riqueza de fauna y flora, su riqueza cultural y las amenazas a las
que se enfrenta.
El Museo de la Biodiversidad de Ibi ha
inaugurado esta mañana la exposición temporal, “Los colores de la
selva tropical iberoamericana”, con la asistencia del alcalde de
Ibi, Rafael Serralta y el concejal de Museos, Rubén Barea, así como
el decano de la facultad de ciencias, Luís Gras, el director del
Museo de la Biodiversidad, Eduardo Galante, el director del
Secretariado de Investigación de la UA, Juan Mora, el director del
Servicio de Cultura, Faust Ripoll y la directora del instituto CIBIO,
María de los Ángeles Marcos.
La exposición ha contado con la
colaboración del Museo de Historia Natural Andrés de Urdaneta de
Loiu Bizkaia, y nos presenta el ecosistema de la Selva Neotropical,
su riqueza de fauna y flora, los pueblos que la habitan, sus culturas
y las amenazas a las que se enfrentan estos bosques tropicales. Se
trata de una exposición basada en el espectáculo de
formas y colores que ofrece la alta diversidad de la selva y que nos
invita a un recorrido expositivo donde encontraremos réplicas de
animales en una recreación de fragmento de selva con árboles
gigantes, todo ello acompañado de una rica información a través de
una excelente exposición gráfica.
El Museo de la Biodiversidad ha
diseñado también un programa de actividades integradas en torno a
la exposición, como la prevista para el domingo 6 de diciembre, a
las 11:30 h, dirigida a todos los públicos pero especialmente para
niños, con talleres y actividades que les adentrarán en el mundo de
la selva. Los asistentes podrán ver de cerca muchos de los animales,
insectos y vegetación que la componen.
Rafael Serralta, alcalde de Ibi,
declaraba que “queremos con esta exposición reafirmar el
compromiso de Ibi y de su Ayuntamiento con este gran museo. Nuestro
trabajo, junto con el de la UA, es el de mantener un espacio
expositivo vivo, dinámico y participativo. Que sea un polo turístico
atractivo para Ibi y que nuestra aportación al conocimiento de la
biodiversidad sea cada vez más valioso”.
El concejal de Museos de Ibi, Rubén
Barea declara que “estamos muy ilusionados con esta exposición por
todo el contenido y el valor biológico que en ella se muestra. Como
en todas, la preparación y organización siempre es laboriosa, pero
ésta vez también cuenta con el valor añadido de la ambientación y
la multitud de mensajes que queremos lanzar con ella, desde el
altísimo valor ecológico hasta la alteración que el hombre produce
con su intromisión, poniendo en peligro su existencia”.
El director del
Museo de la Biodiversidad, Eduardo Galante, ha señalado que esta
exposición ha supuesto un reto importante para el Museo por su
complejidad y la diversidad de elementos que la integran, Es una
exposición que trata de acercar a los distintos sectores de la
sociedad la riqueza de la selvas tropicales americanas. De esta
manera se cumple con uno de las más importantes cometidos que puede
llevar a a cabo la universidad y sus museos que es contribuir a la
difusión de la ciencia y la cultura en colaboración con entidades
locales que como el Ayuntamiento de Ibi, apoyan e impulsan de manera
decidida este tipo de iniciativas como es el desarrollo del Museo de
la Biodiversidad.
Los pueblos que la constituyen son
patrimonio cultural y una de las grandes riquezas de iberoamérica
Las
selvas tropicales de Iberoamérica, con un clima cálido durante todo
el año, y una humedad ambiental que llega a superar el 90% de
saturación, encierran una de las mayores diversidades biológicas
del planeta, donde todavía quedan millones de especies de animales,
plantas, hongos y microorganismos por descubrir. Es la selva tropical
húmeda, el ecosistema terrestre más rico del planeta, que alberga
más del 70% de las especies de plantas y animales. Estos ecosistemas
de bosque lluvioso constituyen el auténtico pulmón del planeta
tierra y proporcionan alimento, materias primas y productos
básicos para el hombre, así como muchas de las medicinas que se
utilizan para curar enfermedades. La selva tropical húmeda, el
ecosistema terrestre más rico del planeta, alberga más del 70% de
las especies de plantas y animales.
Pero este pulmón verde está
severamente amenazado. Desde finales del siglo XX estas
selvas tropicales se destruyen a un ritmo de 6 millones de hectáreas
por año, lo que equivale a más de 12 campos de fútbol por minuto.
Este ritmo de destrucción supone que están desapareciendo cada año
más de 27.000 especies de animales y plantas. Pero no sólo animales
y plantes están amenazadas por la nueva realidad. También se ven
amenazadas muchas de las 400 etnias nativas que viven en armonía con
la naturaleza que les rodea, manifestando un especial agradecimiento
por los alimentos y beneficios que le proporcionan.
Por este motivo, la exposición dedica
un apartado a los pueblos y la cultura, ya que son “el patrimonio
cultural y una de las grandes riquezas de Iberoamérica, en torno al
cual se constituyen las señas de identidad de los pueblos que
comparten sentimientos y formas de existencia integradas en la
naturaleza que les rodea”, según aseguran los organizadores.